Michael Ende. Breve biografía

A través de su obras, Michael Ende
dedicó su vida a encontrar formas
de combatir la amenaza del sin sentido.

"Es para el niño que hay en mí, y en todos nosotros, que escribo mis historias"

Nace en Garmisch-Partenkirchen, Alemania en 1929  y muere en Roma en 1995.  Hijo único del pintor surrealista Edgar Ende (1901 - 1965) y de Luise Bartholomä (1892-1973) dueña de una tienda de encajes y piedras semi-preciosas. Más adelante será fisioterapista. La visión estética y la postura frente a la vida de su padre, definitivamente ejercieron gran influencia en Michael. Su madre también pintó siendo ya mayor, sus obras contienen poéticas y tiernas escenas que reflejan sus memorias infantiles y cuentos de hadas olvidados.

Para la familia de M. Ende, los valores más importantes eran el arte y el espíritu por lo que a ninguno de sus miembros le preocupaban demasiado las cuestiones materiales. Se rodearon de amigos afines a estos intereses y era común que se reunieran con el único propósito de discutir algún tema netamente intelectual. En el sitio michaelende.com se describe la anécdota de que en una ocasión el historiador literario Friedhelm Kemp un día los despertó en el medio de la noche porque tenía la imperiosa necesidad de compartirles un poema. Michael contaba que todos salieron de la cama, aún cuando al día siguiente era día de escuela, y se sentaron en el estudio a discutir la obra hasta las cuatro de la mañana. Con base en experiencias como ésta, no es difícil imaginar que la niñez de M. Ende estuvo rodeada de pintores, escultores y escritores  que compartían el profundo interés de su padre por cuestiones desde religiosas y filosóficas, pasando por la alquimia y mitos Indúes.

Michael conoció la magia de escuchar cuentos del pintor Fanti, amigo de la familia que vivía en el mismo vecindario. A Fanti le gustaba contar a los niños historias muy imaginativas y alocadas y solía ir haciendo dibujos en papel para ilustrárselas a su auditorio.

Comenzó su educación primaria en 1936. No fue un  estudiante brillante y no pocas veces tuvo dificultades para aprobar exámenes de admisión. En 1940 fue enviado a una escuela en Munich cuya especialidad eran las humanidades en la cual reprobó su trabajo final  por lo que fue obligado a repetir el curso. Este fracaso lo sumió en la desesperación al grado que contempló el suicidio.

En 1946 estudió en una escuela Waldorf cuya idea sobre la antroposofía (el hombre está constituido por espíritu, alma y cuerpo) fue una enorme influencia en su trabajo. La pedagogía Waldorf considera que el educar es un arte, por lo tanto el maestro es un artista de la educación. Durante toda su vida, M. Ende, se vió fascinado por teorías filosóficas centradas en ideas místicas. Entre sus influencias se encuentra Rudolf Steiner, fundador de la metodología Waldorf que ya se ha mencionado.
 
Cuando cumplió quince años, varios de sus amigos fueron enrolados para participar en la Segunda Guerra Mundial. Tres de ellos fueron muertos en el primer día de combate. Poco después el mismo Michael fue convocado para unirse al ejército alemán; pero el rompió el aviso y huyó a Munich.
 
Sus primeros poemas y cuentos cortos datan de 1943, aunque su interés principal en ese momento era escribir para teatro. Se inscribió en escuelas de actuación con el propósito de que esa experiencia práctica le sirviera para poder escribir mejor, convencido de que la experiencia era mucho más útil que el estudio teórico sobre la literatura.

Michael Ende en 1979. Fuente: michaelende.com

Se casó con Ingeborg Hoffman, actriz y bailarina que conoció en 1952. Ingeborg era divorciada y tenía un hijo. El matrimonio duró más de treinta años, hasta la muerte de ella. Como actriz poseía un talento especial para leer en voz alta, así que junto con Michael, leían sus manuscritos y los discutían por horas. Juntos ponían toda su energía en encontrar las "palabras mágicas" que reinventaran el significado del mundo.

Durante un viaje realizado a Palermo en 1956 tuvo la oportunidad de escuchar a un cuenta cuentos que compartía historias tradicionales italianas. Lo rodeaba un público compuesto por niños y adultos y contaba sobre los héroes italianos Orlando y Rinaldo. Estas historias contadas y cantadas en verso se acompañaban con el golpeteo rítmico de espadas de madera. El cuenta cuentos interrumpía la historia a la mitad de una frase y esperaba que la gente le arrojara monedas, una vez que reunía un cierta cantidad, continuaba el relato. Esta experiencia impresionó mucho a M. Ende y surgió en él el reto de lograr que sus historias fueran contadas así en el futuro.

Momo fue publicada en 1972. Michael propuso a sus editores que fuera ilustrada por Maurice Sendak (autor e ilustrador de Donde viven los monstruos. Ed. Alfaguara); pero la idea fue rechazada. Al final el mismo Michael realizó las ilustraciones para la novela.

Sus libros más conocidos son La Historia Interminable, Momo y Jim Botón y Lucas el maqunista. Sus obras han sido traducidas a más de 40 idiomas y han vendido más de 20 millones de copias además de haber sido adaptadas para el cine, teatro, ópera y audio libros. Aunque es ampliamente reconocido por sus libros para niños, escribió también para adultos y frecuentemente se sentía frustrado por ser encasillado en el género infantil, él se consideraba como un hombre que intentaba escribir sobre problemas culturales y sobre la sabiduría espiritual de los seres humanos de todos los tiempos.
 
Las siguientes frases fueron traducidas de la biografía que publica michaelende.com:
 
"La búsqueda de Ende de la "palabra mágica" se reflejó en su tarea literaria, Através de novelas, cuentos cortos y poesía se propuso guiar a sus lectores hacia nuevas formas de ver y experimentar el mundo. Él creía que era necesario reconectar los disparatados hilos de la vida moderna en una nueva mitología poética para la época contemporánea. La búsqueda de la palabra mágica es la de una historia que conjure la esencia del mundo como lo conocemos."

"Como escritor, se dio a la tarea de abordar los tres más grandes cuestionamientos que todo individuo debe responder: de dónde vengo, quién soy, y hacia dónde voy."

"Cuando se le cuestionaba sobre lo correcto o incorrecto de alguna interpretación de su obra Ende solía decir que una buena interpretación siempre era correcta, correspondiera o no a la intención original del autor."

"Michael Ende no tenía duda que que en nuestro mundo existen uno o quizá varios mundos alternativos que nuestros sentidos no detectan pero que son tan reales como el mundo en el que vivimos, o quizá todavía más."


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