Así decimos hasta pronto al Principito
LAS PERSONAS MAYORES
Crecemos.
Dejamos atrás la infancia, para continuar construyéndonos.
Intentamos.
Tratamos.
Intentamos encontrar nuestro lugar, y lo cuidamos: lo regamos, lo deshierbamos, lo deshollinamos.
Tratamos de elegir una profesión,
Y nos equivocamos mil veces en nuestros racionamientos, pero volvemos a intentarlo.
Ponemos todo nuestro empeño y talento para arreglar las averías y seguir el vuelo.
Las personas mayores sabemos lo que es domesticar. Nos entregamos.
Sufrimos de soledad y salimos al encuentro de los otros.
Aún siendo demasiado jóvenes para saber amar, luchamos por elegir una flor
El pequeño príncipe será para mi un anclaje, la mejor referencia cundo haya que preguntarse que es vivir la vida.
El pequeño príncipe nos sensibiliza a ser más observadores de nosotros mismos, a aprender a escuchar y dedicarle más tiempo al otro.
También nos hace reflexionar que se puede disfrutar de la soledad ya que en ella te encuentras a ti mismo. Y nos deja una gran interrogante :
¿Porqué tener miedo a la soledad?,¿será que tienes miedo a conocerte?, ¿qué te niegas a ti mismo?
EL PEQUEÑO PRÍNCIPE O EL DESCUBRIMIENTO DE LO REALMENTE IMPORTANTE
Me gustan las Personas Mayores
Defiendo a las Personas Mayores. Crecemos.
Dejamos atrás la infancia, para continuar construyéndonos.
Intentamos.
Tratamos.
Intentamos encontrar nuestro lugar, y lo cuidamos: lo regamos, lo deshierbamos, lo deshollinamos.
Tratamos de elegir una profesión,
de aprender a dirigir,
de cuidar nuestra apariencia,
de buscar maneras de ganarnos la vida,
de trabajar con disciplina,
de ilustrarnos y seguir aprendiendo…
Y nos equivocamos mil veces en nuestros racionamientos, pero volvemos a intentarlo.
Ponemos todo nuestro empeño y talento para arreglar las averías y seguir el vuelo.
Las personas mayores sabemos lo que es domesticar. Nos entregamos.
Sufrimos de soledad y salimos al encuentro de los otros.
Aún siendo demasiado jóvenes para saber amar, luchamos por elegir una flor
y cuidarla
y dejarla
y añorarla.
Nos curamos la tristeza con las puestas de sol.
Nos esforzamos por sobreponernos.
Porque fuimos niños, y por que ahora somos personas mayores, las Personas Mayores lloramos al leer en voz alta El Principito.
Trabajamos por regar amorosamente nuestras flores, deshollinar cuidadosamente nuestros volcanes y deshierbar laboriosamente lo que pueda dañar nuestro pedazo de Tierra.
Analú del Valle Prieto
El pequeño príncipe me cimbro en dos sentidos, el primero me mueve y conmueve por la lejanía que podemos llegar a tener entre (el niño) el yo niño y el "adulto", entre lo inocente, curioso, bueno, interesado y noble de nosotros mismos....para nosotros....y para otros; y como vos construyendo un No ser, tomando y aceptando modelos de vida que distan mucho de nuestro yo planetario original.
El segundo movimiento me llevo profundamente dentro de mi..... Me hizo llorar....frente a la evidencia de saberme DOMESTICADA y DOMESTICADORA.
El pequeño príncipe será para mi un anclaje, la mejor referencia cundo haya que preguntarse que es vivir la vida.
Karla Valdés
El pequeño príncipe nos sensibiliza a ser más observadores de nosotros mismos, a aprender a escuchar y dedicarle más tiempo al otro.
También nos hace reflexionar que se puede disfrutar de la soledad ya que en ella te encuentras a ti mismo. Y nos deja una gran interrogante :
¿Porqué tener miedo a la soledad?,¿será que tienes miedo a conocerte?, ¿qué te niegas a ti mismo?
Martha Vicarte
EL PEQUEÑO PRÍNCIPE O EL DESCUBRIMIENTO DE LO REALMENTE IMPORTANTE
Ésta pequeña historia nos muestra como en lo simple se puede esconder lo trascendente o cómo lo pequeño en lo grande.
Lo importante es simple y está en lo esencial de cada ser. Lo esencial de cada persona está en la inocencia e ingenuidad de la propia infancia que sobrevive dentro de cada quien. Todo está en atreverse en recuperar la infancia y a abandonar a nuestro pequeño vanidoso, bebedor, farolero... que nos sabotea la tarea.
Éste es un libro sobre el sentido de la vida, incluyendo a la muerte como una parte de ella.
Maviael Dávila Gutiérrez
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